TRATAMIENTO

Ayudas visuales

Los últimos avances en oftalmología y la frecuencia de las revisiones oculares preventivas permiten que un gran número de patologías que afectan a los ojos no comporten la pérdida total de la vista.

Sin embargo, algunas enfermedades provocan una pérdida de visión que no puede restablecerse por medio de la cirugía, con otros tratamientos farmacológicos o incluso con gafas convencionales. Esta visión, que puede ser útil pero insuficiente, se llama baja visión.

Los síntomas más frecuentes son la pérdida de visión detallada de objetos, la disminución del campo visual (visión lateral, escalones…), o ambos síntomas a la vez.

Las enfermedades más frecuentes que ocasionan baja visión son la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), la retinosis pigmentaria, la catarata, la retinopatía diabética (RD) y el glaucoma.

¿Qué síntomas presenta la baja visión?

  • Pérdida de visión central. El paciente nota una pérdida de visión que le impide leer, ver televisión, reconocer las caras de las personas, pero que no le imposibilita la movilidad. Esto les ocurre a las personas que sufren degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
  • Pérdida de campo visual. El paciente tiene una limitación de la visión periférica (lateral, superior, inferior o tubular). Tiene problemas de movilidad porque no ve, por ejemplo, los obstáculos ni las escaleras. Es un síntoma clásico del glaucoma o de la retinosis pigmentaria.
  • Deslumbramiento, pérdida del contraste y confusión de colores.
  • Distorsión de la imagen.
  • Visión borrosa.

El equipo especialista en baja visión realiza un estudio para evaluar la visión de cada paciente. A partir de este estudio, se determina la agudeza visual, la sensibilidad al contraste, el campo visual y la visión de los colores.

Carol Camino,

Optometrista

Especialista en Baja Visión

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Última modificació: 03/08/2023
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