Hoy en día es una técnica en desuso y se utiliza en muy pocos casos. La fiabilidad y eficacia de resolución de los desprendimientos de la retina mediante técnicas de vitrectomía posterior combinadas o no con cirugía escleral son muy superiores y presentan una menor tasa de redesprendimientos.
La retinopexia neumática es un procedimiento quirúrgico para corregir el desprendimiento de la retina.
Este tratamiento consiste en inyectar una pequeña cantidad de un gas específico en una determinada concentración dentro de la cavidad vítrea. La burbuja de gas se expande dentro del ojo durante las primeras horas y permite reaplicar la retina y tratar el desgarro que ha provocado el desprendimiento mediante la fotocoagulación con láser.
Después de la intervención, el paciente debe mantener la cabeza en una posición determinada durante varios días para que el gas cumpla su función. Se recomienda que durante unas semanas el paciente no vaya a lugares de mucha altitud respecto al nivel del mar ni viaje en avión, ya que la disminución de la presión atmosférica puede provocar la expansión no controlada de la burbuja, lo que comportaría complicaciones.
Pasadas unas semanas, el gas se reabsorbe espontáneamente y la retina queda sellada.
